Prueba a aplicar el Aloe cada vez que se produzca un brote o, incluso, una vez al día o una vez cada pocos días como mantenimiento. Lo más recomendable es lavar bien la zona donde se va a aplicar y evitar el contacto con otras zonas para que no se propaguen las bacterias.
La rosácea de Dani Martín
El cantante Dani Martín revolucionaba las redes sociales hace unos días con la publicación de un selfie en el que compartía con todos sus seguidores que sufre rosácea.
Se trata de una enfermedad de la piel, crónica e inflamatoria, que provoca su enrojecimiento de forma temporal principalmente en la zona de la frente, la nariz y mejillas, y que en ocasiones puede ir acompañado de acné. «Me ha costado aceptar que de vez en cuando mi piel saque estos brotes, pero este también soy yo”, explicaba el cantante.
Y es que este problema no solo afecta al aspecto de la piel. También genera inseguridad y complejos en quienes la padecen. En España, más de 4 millones de personas han sido diagnosticados con rosácea por causas muy diversas: la alimentación, el clima, el ritmo de vida, los hábitos de higiene…
No fumar, evitar la ingesta de comida picante o proteger la piel del frío con cosméticos muy hidratantes en invierno son solo algunos de los consejos que dan los dermatólogos para frenar su aparición.
Remedios para paliarlo
De forma frecuente, al hablar de los mejores cuidados naturales para la piel, el Aloe vera surge como uno de los remedios más efectivos y populares. Sus múltiples propiedades (hidratante, regeneradora, desintoxicante, cicatrizante, etc) la convierten en un auténtico oasis para nuestra dermis, también para los casos de rosácea.
Además, elimina las bacterias y los depósitos de grasa que obstruyen los poros. Al penetrar en la piel, estimula la reproducción de nuevas células, pues es un poderoso regenerador celular, cicatrizante y tonificador.
Eso sí, para disfrutar de todos estos beneficios, es fundamental que nos aseguremos de que el Aloe es 100% puro, como el Gel de Atlantia.
En cualquier caso, no debemos olvidar que la rosácea es una enfermedad mejorable, pero no curable, y no en todos los casos la piel responde de la misma forma a un tratamiento o cosmético por lo que siempre se debe acudir previamente al dermatólogo.